Paco de Lucía consejos

Paco de Lucía

En la historia de la música sólo hay dos o tres guitarristas que puedan ser considerados leyenda,uno de ellos es Paco de Lucía. Un personaje que ha dejado seis consejos a lo largo de su trayectoria.

1.- Diferenciarse por encima de lo común: Una guitarra fue el instrumento con el que supo hacer algo distinto, y gracias a eso, triunfó. Hasta que sus manos decidieron tocarla la guitarra era una más en los acompañamientos de cuadros de flamencos. Supo ser proactivo dentro del flamenco, y hacer algo distinto que terminó por encumbrarlo. No fue algo fácil, pues como el propio Paco declaró en alguna ocasión, “la guitarra, una hija de la gran puta que me come el coco”, en alusión a la dificultad como instrumento y la necesidad de crear siempre algo diferente.

2.- Dar un paso al frente: Consciente de que su guitarra no tenía un papel principal, Paco de Lucía la cuidó, y la protegió siempre, bajo la seguridad que le daba su pierna derecha. Salieron del cuadro de flamenco y otras juergas, para recorrer en solitario los mejores escenarios del mundo, bajo la confianza de que esas cuerdas eran capaces de crear el mejor sonido sin la presencia de la voz. Quiso ser transgresor en su trabajo, y pronto llegó el éxito.

3.- Cerrar la puerta al inconformismo: Paco de Lucía lo hizo obsesivo, en su ansia por conseguir cada día una escenario más genuino, pero con una propuesta común, la de superarse. Esto le provocó caídas, que superó cada día tomando como dirección una huida del inconformismo que lo hubiese englobado dentro del saco de lo común. Dio forma a los sueños de otros grandes, como su interpretación del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo.

4.- No hay fronteras en el desarrollo profesional: Nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Berklee en el año 2010, fue el primer español en recibir este reconocimiento, y según el propio De Lucía declaró, un triunfo y una revolución gracias a la guitarra. Era por lo que había luchado toda su vida, triunfar frente a 10, luego ante 100 por último hacerlo en un escenario que no tiene fin. Buscar nuevos objetivos que aporten valor y sacrificio al trabajo diario para poder saborear luego cada triunfo que se logre dentro del desarrollo profesional. En su Premio Príncipe de Asturias, el jurado reconoció la capacidad de trascender fronteras y estilos, lo que convirtió a Paco de Lucía en un músico de dimensión universal.

5.- Por menor que sea el objetivo, nunca hay que menospreciarlo: La canción que lo alejó de los humano para observarlo como divino fue “Entre dos aguas” en el año 1975. Aquel tema fue el último en entrar en ese disco que Paco de Lucía lanzaba al mercado, para meses después, acompañarle durante toda su trayectoria profesional como una de las mejores composición del artista. Con cierta perspectiva, se puede entender cómo un objetivo menor, ya que era un tema que se introdujo en último lugar, lejos de lo que la industria discográfica define como single, pero era tal la importancia que  Paco de Lucía daba a cada uno de los temas que componía sin destacar uno por encima de otro, que esa  honradez interpretativa le llevó a convertirse en un genio.

6.- Siempre hay que trabajar con los mejores: Fanático y admirador por partes iguales de Camarón, ambos se unieron sin temor a que la potencia de uno eclipsara bajo la sombra al otro. Para crecer profesionalmente hay que contar con los mejores, y Paco de Lucía y Camarón grabaron más de 10 discos, y se convirtieron en una de las parejas artísticas más importantes del siglo XX. En un mercado tan competitivo como el actual, existe cierto recelo a trabajar con profesionales de un elevado nivel, ya que son vistos como una amenaza, cuando la realidad es que de ellos es de los que siempre hay que aprender para crecer profesionalmente.

REadaptarse y ser flexible.

Cuando tenemos una meta y la seguimos, y caemos, y nos levantamos, a veces nos hacemos la pregunta cuando volvemos a caer de ¿cuándo debemos tirar la toalla?, o ¿cómo podemos hacer como Edison con sus 1000 intentos de crear la bombilla eléctrica?.

La respuesta está en que cuando queremos algo al caer y levantarnos vamos aprendiendo de nuestras caídas para ir mejorando la forma de poder conseguir lo que queremos. Nos flexibilizamos cual Bambú al viento, vamos mejorándonos a cada paso, vamos dándonos cuenta de cómo poder conseguirlo ya que todo eso nos amolda nos perfila como jarro de barro en proceso de creación.

A cada intento tanto fallido como acertado nos acerca más a nuestro propósito y nos ayuda a saber tanto lo que queremos como el poder transformarlo en algo incluso mejor de lo que esperábamos, es decir, esa bombilla primigénia se puede convertir en una bombilla más avanzad.